Nota al Pie: un periodismo de convicción en tiempos de incertidumbre

Por Jazmín Aluminé de Martino.

Nota al Pie aparece como una respuesta concreta ante la necesidad de un medio que no solo informe, sino que tome posición, que se involucre y que apueste por la transformación social desde la palabra escrita.

Nacido en plena pandemia y en un contexto de profunda incertidumbre social, económica y política, Nota al Pie emergió en 2020 como un proyecto que buscaba algo más que informar: deseaba ofrecer una plataforma de visibilización para sectores silenciados, formar nuevas generaciones de periodistas y construir una propuesta de comunicación con identidad propia. A más de cuatro años de su creación, el medio mantiene viva una vocación clara: hacer del periodismo un instrumento de transformación social.

Un equipo diverso y autogestionado

Actualmente, Nota al Pie cuenta con aproximadamente 40 integrantes. De ellos, cinco actúan como colaboradores frecuentes, mientras que el resto participa en tareas cotidianas. Si bien no todos forman parte de la cooperativa que sostiene al medio, la estructura de trabajo es colectiva y horizontal. A través de distintos equipos especializados tales como redacción, edición, redes sociales, fotografía, diseño gráfico, newsletter y técnica, se organizan las tareas que hacen al funcionamiento diario del portal.

La redacción opera con una lógica dual. Por un lado, la “pauta diaria” organiza la cobertura inmediata a partir de asignaciones rápidas. Por otro, los “sumarios” permiten una elaboración más profunda de notas propuestas por los redactores. Esta doble vía garantiza tanto la cobertura urgente como la construcción de contenidos más analíticos. A esto se suma un equipo editorial que coordina y articula los distintos sectores.

Aunque el medio cuenta con una oficina en Chacarita, la virtualidad sigue siendo la norma. Las dificultades económicas actuales y la herencia de una lógica de trabajo a distancia forjada durante la pandemia refuerzan esa modalidad. Sin embargo, persiste el deseo de fortalecer el trabajo presencial como espacio de intercambio.

Una identidad crítica para una comunidad activa

Desde sus inicios, Nota al Pie se propuso llegar a un público joven, principalmente de entre 25 y 35 años, con sensibilidad social, perspectiva de género y una orientación política crítica hacia las derechas. En palabras de Javier Nuñez, director del medio, se busca un lector “pañuelo verde”, interesado en temas como derechos humanos, feminismos, política nacional e internacional, cultura y opinión.

Aunque el objetivo era construir una voz joven para una audiencia joven, la realidad mostró algo diferente: los lectores suelen ser de mayor edad. Esto llevó a revisar estrategias y afinar el enfoque editorial, especialmente en redes sociales, donde inicialmente el contenido era más disperso. Actualmente, la estrategia en redes se concentra en seleccionar y adaptar tres notas diarias del portal, a las que se suman contenidos específicos en función de la coyuntura o las tendencias del momento.

Con un diseño gráfico llamativo, colores vibrantes y una fuerte articulación entre diseño y redacción, el medio apuesta a captar la atención en el flujo veloz de las plataformas digitales. Aún así, prioriza la coherencia con su línea editorial. Como señala su director: “Si alguien se va por ver una nota política, mejor que no venga”. El objetivo no es agradar a todos, sino consolidar una comunidad con afinidades ideológicas claras.

“Si alguien se va por ver una nota política, mejor que no venga”.

El enfoque editorial de Nota al Pie abarca diversas secciones: género, cultura, política nacional e internacional, deportes y opinión. En este último caso, el medio alienta la participación de colaboradores externos para nutrir el debate público desde distintas miradas afines. La sección de internacionales tiene un lugar prioritario dentro del medio, con un abordaje crítico de los conflictos geopolíticos y una fuerte vocación por instalar debates ideológicos.

Además, se han impulsado espacios de producción editorial propios del medio, como columnas de opinión firmadas institucionalmente, que permiten trazar de forma clara la postura editorial de Nota al Pie frente a coyunturas políticas y sociales. Estos contenidos, en formato editorial de fin de semana, fortalecen la identidad del portal y permiten diferenciarse dentro del ecosistema de medios alternativos.

Sustentabilidad y proyección en un contexto adverso

Uno de los principales desafíos que enfrenta Nota al Pie hoy es garantizar su sustentabilidad económica. A lo largo de su historia, el medio ha recurrido a diversas estrategias de financiación: programas de apoyo al trabajo, suscripciones, cursos formativos y colaboraciones con organizaciones externas. La combinación de estas fuentes permite sostener los gastos operativos, aunque la mayoría de los ingresos que reciben los integrantes siguen siendo complementarios.

El contexto político actual, con un gobierno hostil hacia los medios autogestionados, ha impactado de lleno en las posibilidades de acceder a determinados subsidios o pautas estatales. Ante esto, el medio proyecta reforzar su campaña de suscriptores, relanzar los cursos formativos, profesionalizar la gestión de proyectos y postular a fondos internacionales destinados a temáticas específicas, como el medioambiente o la perspectiva de género.

Otro de los objetivos a futuro es el fortalecimiento de su red de corresponsales en distintas zonas del país, especialmente en municipios de la provincia de Buenos Aires. También se proyecta transformar la oficina de Chacarita en una “escuelita”, un espacio de formación periodística con una mirada ética, pensada para estudiantes, personas sin experiencia previa o profesionales que deseen perfeccionarse.

La formación ocupa un lugar central en la filosofía del medio. Desde sus comienzos, Nota al Pie funcionó como un espacio de aprendizaje colectivo, donde muchos redactores tuvieron su primera experiencia profesional. Para varios de ellos, el medio fue un trampolín hacia otros espacios periodísticos, como Filo News, Letra P o medios locales del conurbano bonaerense. Este rol formativo, según Javier Núñez, implica también un compromiso ético: acompañar los procesos de aprendizaje sin caer en lógicas de explotación.

Además de los cursos y talleres, el medio prevé relanzar proyectos como el fact-checking, un espacio de verificación de datos que funcionó en sus primeras etapas y que hoy representa una deuda pendiente frente al avance de las noticias falsas. La intención es consolidar un equipo que pueda abordar este tipo de tareas con rigor metodológico y claridad informativa.

A nivel técnico, el medio también ha trabajado en la mejora constante de su presencia digital. Esto incluye una optimización del posicionamiento en buscadores (SEO), el rediseño de la página de inicio para destacar contenidos clave y la discusión permanente sobre el uso de herramientas como la inteligencia artificial, en pos de fortalecer la producción periodística sin perder calidad ni identidad.

Un periodismo con compromiso

En un ecosistema mediático cada vez más concentrado y marcado por lógicas comerciales, Nota al Pie se distingue por sostener una mirada crítica, honesta y profundamente humana. Su apuesta por la autogestión, la formación colectiva y la defensa de derechos convierte al medio en un faro dentro del periodismo alternativo argentino. La coherencia entre su discurso y su práctica lo vuelve un espacio necesario para repensar el rol social del periodismo en tiempos convulsionados.

Nota al Pie es mucho más que un portal de noticias. Es una trinchera de ideas, una experiencia de militancia, un espacio de aprendizaje y una red de contención profesional. Nacido en un momento de crisis, el medio supo canalizar la energía de nuevas generaciones hacia un proyecto con convicción, identidad y propósito.

Lejos de perseguir la neutralidad o el agrado masivo, este medio construye un periodismo que busca incidir, debatir y transformar. En tiempos de precariedad y avance de discursos regresivos, su existencia misma es una afirmación política: la comunicación como herramienta de lucha colectiva.

Por Jazmín Aluminé de Martino.

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